PENSADOR
RAFAEL ANGEL
La confianza propia o
autoconfianza, brilla mucho en los hombres arrogantes, pero a la vez está
ausente en el interior de ellos. Es complicada para algunos, pero, la
percibimos sencilla en otros.
Quien no ha querido tener
el valor para actuar de forma deseada en un momento determinado, como cuando
temías decir algo en medio de un grupo de personas o cuando querías sacar a
bailar a una persona durante un baile, quien no ha sido animado por sus amigos
o familiares y aun así no cree en sí mismo. ¿Porque nos cegamos ante
afortunadas realidades?, ¿Por qué definimos al mundo desde las negativas
palabras de nuestro diccionario interior?
La autoconfianza se
construye y es alimentada para dotarnos de seguridad; pero también, debe ser domada
para que cuando su visión sea cegada y miserable entendamos que la realidad
puede ser otra. Nuestra confianza no cumple otra función, sino la de ser
estrella de guía hacia puertos seguro en nuevas tierras por descubrir.
Esta virtud y gran
estrella tiene su génesis en la niñez, cuando confiamos en nuestras figuras
parentales que nos cuidan y alimentan para sobrevivir. Luego cuando logramos
mayor discernimiento y tenemos la capacidad de aprender no solo las palabras
sino su forma de estructurarlas y crear ideas, nos enseñan el dialogo y la
comunicación, forjando la construcción de nuestra personalidad.
Siempre he pensado que
nuestras figuras parentales, familiares, maestros y demás personas a nuestro
alrededor durante nuestra infancia y juventud ocupan un espacio, como personas
importantes y determinantes en nuestras vidas, pudiendo definir que tan buenos
o malos llegaríamos a ser para alguna actividad.
Existe una historia
increíble para este momento, se trata de Thomas Alva Edison (científico,
inventor y empresario estadounidense), un día siendo niño volvió de la escuela
con una nota para su madre, quien la leyó en voz alta, decía que su escuela era
muy pequeña para un genio como él, y que debía ella encargarse de su hijo. Así
ocurrió, hasta que un día pasado muchos años el famoso Edison encontró esta
nota y al verla descubrió que lo que decía realmente era que Edison era un
enfermo mental y que este no podía ir más a la escuela.
Les he contado
parafraseando esa gran historia, donde la estupenda idea de la madre de Edison
le transmitió seguridad e logro inyectarle estímulo a quien más adelante se
convertiría en uno de los más prolíficos inventores de su época. El forjar la
seguridad de aquel genio, nos permitió tener la bombilla de luz, la cámara de
cine y muchos más inventos, habiendo logrado tener más de mil patentes.
La autoconfianza se va
nutriendo por la historia de nuestros logros, de nuestros aciertos y del
estímulo que hemos tenido en los cimientos, dando forma a una personalidad
marcada por la convicción de sí mismo.
Tengamos la fortaleza de
ser persistente al forjar nuestra confianza, pero también tengamos oído para
escuchar cuando la realidad nos aplaude por haberlo hecho excelente.
PENSADOR
MARIO ANDRES
Bendito
el hombre que confía en el Señor
y pone su confianza en él.
Será como un árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no teme que llegue el calor,
y sus hojas están siempre verdes.
En época de sequía no se angustia,
y nunca deja de dar fruto Jeremías 17:7-8
La confianza es algo inmensamente grande, que colocando
nuestra confianza en las cosas correctas son una bendición para nuestras vidas
como refleja en este versículo de la biblia, nos muestra que “confiar” en Dios,
Nos hace como un árbol fuerte, que da frutos a su tiempo
Pero también tener confianza en nuestra familia, entorno
social o laboral también nos hace muy fuerte, confiar en las cosas buenas para
nuestra vida nos hará no invencibles pero sí creo que imparables a su
tiempo.
PENSADOR
HENRY ATENCIO
La autoconfianza definitivamente está determinada por el
cumulo de creencias, valores y experiencias que desde niño se establecen en la
vida de cada ser humano. Existen episodios de enseñanza diaria y que también
hacen que esa seguridad en cada uno crezca o disminuya según lo vivido. Dicho
esto, se puede esgrimir que esa seguridad en cada cosa que decidamos o hagamos
esta enmarcada por la manera en que ha sido moldeada cada persona en su propio
vivir.
También, existen momentos donde no se tiene la seguridad o
la certeza del camino a seguir; es más, toda decisión que se tome siempre tiene
implícita un porcentaje de riesgo, por mas claro que se vea el panorama, pues
siempre habrá valores que dependen de terceras personas.
La confianza en si mismo se va desarrollando en la medida en
que vas viviendo cada etapa de tu vida; la niñez, la adolescencia y la adultez
temprana juegan un papel importante en este hecho, pues, ya en la edad madura
es mucho más fácil tomar decisiones e incluso se asumen roles de asesoría
gratuita y es cuando se escucha: Quien tuviera diez o veinte años menos, pero
con la experiencia actual.
El hecho anteriormente expresado solo define el concepto
mismo de la autoconfianza, Confiar en si mismo es supremamente necesario para
la toma de decisiones, pero, aunque se toman decisiones cada segundo, jamás se estará
cien por cien seguros de lo que estas harás. Lo importante es arriesgarse, pues
de ello dependerá la regularización o moldeado de tu confianza.
PENSADOR
ANTONIO
VELASQUEZ
Creeré en Mi...
Vivo en un mundo
hermético, donde se, que el
resto es un complemento, más no una necesidad, temo al depender, temo caer en
un montón, pensado que el montón me arrastrará a la realidad, amo mi
mundo paralelo, donde el dolor es sensacional, creeré que mientras más difícil
y drástico sea el camino más satisfactorio será mi logro; al culminar el camino
de espina, con mis pies desangrado celebraré mi llegada a la meta. Mi
naturaleza siempre será sufrir porque el sufrimiento me hace inmortal.
No intentes cambiarme,
porque lo único que lograrás es alejarme, no procures hacerme sonreír porque
los músculos de mi cara se congelarán, no me hagas danzar porque siempre
bailaré al son que yo toco. Hago
las cosas que me gustan, sin necesidad de tener compañía, porque sé que
disfrutaré preguntándome y respondiéndome.
Muchos me dirán que es
el camino errado, pero por seguir mis instintos ese camino de espinas se ha
convertido en rosas, con un perfume agradable para mí. Suelta mi
mano, porque no temo a ese camino oscuro lleno de penumbras, confió en mí y en él, no
necesito agradarte para sentirme bien, porque me siento bien conmigo. Si me
dices siéntate me parare, porque sentarse es cómodo y pararme es soportarme con
mi mismo peso, si me señalas, solo me apuntas con un dedo, y tú te estás
apuntando con tres.
No hay amor tan puro,
como el de mi madre, con solo estas palabras pudo marcar mi vida; creando en mí
una confianza absoluta, ella un día me dijo: Hijo
siempre te apoyaré en cada locura que quieras emprender, porque si algún día me
dices que te tiraras de un edificio de 100 pisos, aunque te tires de cabeza, sé
que siempre caerás de pies, desde ese momento me mantengo firme en mis
decisiones, sin Importarme que tan largo o corto, tan rústico o liso sea el
camino, solo sé que llegaré.
Creo en Mi.
PENSADORA
CARMEN
DALIA
¿QUIÉN ERES TÚ?
Sé que has vivido la gran
mayoría de tu tiempo sin saber quién eres, creyendo ser María, Juan, Pedro,
pero realmente es más que eso, es lo que te hace brillar, resplandecer, tú eres
el hijo de Dios, pero no como una dualidad Dios allá y yo acá, sino como un
Todo, eres Uno con Dios tu Padre, tienes sus pensamientos, co-creas con El,
manifiestas y te extiendes en Amor.
La unidad de tu Ser con Dios
es lo que nos permite tener vida, pero estar conscientes de esta unicidad es lo
que nos da la vida en abundancia de la que nos habla la Biblia.
Si sustituimos la creencia de
que somos María y que creo en Dios por la de Yo soy el hijo de Dios y me
extiendo en amor a través del cuerpo que se llama María, experimentamos
libertad y nuestra vida cambiaría automáticamente, porque no es lo mismo creer
en Dios como un ser lejano y de paso si nos equivocamos nos da palo, a que
sepamos que somos el hijo de Dios santo, inocente, impecable e invulnerable y
que nada ni nadie puede cambiar nuestra esencia, además por ser su hijo disfruto
de una vida plena, sana y abundante y que mi única función es llevar el amor a
mis hermanos y juntos caminar de vuelta a casa. Cambiando paso a paso nuestras
creencias alcanzaremos la vida para la que fuimos creados, una vida feliz y
todos podrán ver únicamente lo que realmente somos el hijo de Dios que es Amor,
no soy, ni puedo ser otra.
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