PENSADORA
JENNIFER
CAROLINA
El filósofo
y sociólogo Zygmunt Bauman define a la sociedad actual como modernidad liquida,
debido a sus características cambiantes, inestables, transitorias y carentes de
forma definida. Hoy en día todo cambia tan rápido, que con frecuencia no
tenemos tiempo de revisar, si a donde nos dirigimos está realmente alineado con
lo que queremos; la premura de amoldarnos a las nuevas realidades tiene un
efecto de separación entre nuestro pensamiento y nuestras acciones.
Dicho ritmo es mayor al de la
naturaleza humana, por lo que dificulta tomarse el tiempo de reflexionar en cómo
estamos con nosotros mismos, de respirar por un momento y reconocernos;
analizar lo que ciertamente queremos y si estamos alineados entre lo que
pensamos y lo que estamos haciendo.
A pesar de que el ritmo y los cambios cada
día son más rápidos y frecuentes, necesitamos ser conscientes de que nuestras
actitudes y acciones deben estar alineadas con lo que pensamos y sentimos para
ser un humano integral, no solo para generar confianza en las personas que nos
rodean, sino, para que estemos alineados y en armonía, al final de cuentas el
hecho de que nuestro ser sea integral es lo más cercano a la libertad absoluta.
Todos en algún momento de la vida nos vemos en la obligación de generar empatía, ya sea porque somos ajenos, para agradar a gente nueva, por necesidad de ser aceptados, en general por razones personales que cada uno acepta; por esto, hacemos cosas o asumimos posiciones que no están alineadas con nosotros. ¡No hay problema! Si lo hacemos consiente y no lo normalizamos, es decir, en estas situaciones dejemos que nuestra naturaleza gradualmente fluya, transformándonos hasta hacer que nuestro ser, alma o pensamiento sea lo que surja.
En mi caso particular recuerdo una
oportunidad en la que me toco asumir una responsabilidad con la que no tenía
sintonía, pero que creí que era mi deber aceptar por compromiso. La verdad me
arrepentí aceptando, pero ni modo empecé y fue tan fuerte que llegué a sentirme
enferma; por lo que entendí, que yo vibraba a otro ritmo y que tenía que ser
coherente conmigo, así que seguí mi camino.
En definitiva, creo que es cuestión de
estar atentos a que nuestros actos vayan en consonancia con nuestros
pensamientos y seguir fluyendo con los cambios.
PENSADORA
CARMEN DALIA
Era una Chica
alegre, motivadora, llena de sueños y metas, conversaba de cualquier tema
porque le gustaba leer.
Hablaba de
todo cuanto quería hacer y como lo lograría, instaba a otros a alcanzar sus
sueños y a enfrentar sus miedos, pero ella no avanzaba de ahí, todo ese mundo
al que quería acceder la llenaba de temor, más por falta de autoestima que por
cualquier otra cosa.
Un día en
sus muchas lecturas se dio cuenta de su debilidad, entonces decidió
fortalecerla y fue hasta ahí cuando empezaron a manifestarse todos esos sueños
que un día creyó lejanos.
Su don de
consejo y maestra le permitió llegar a mucha gente, a la cual acompaño en sus
cambios gracias a que ya ella sabía cómo hacerlo dado que utilizó todas las
herramientas posibles para que eso que verbalizaba se hiciera vida en ella. El
acompañar a otros generó el compromiso de ser coherente para así no solo ser un
guía sino un referente.
Se puede
alcanzar la realización de cualquier sueño, obtener los resultados deseados si
mis palabras y acciones van en la misma sintonía, a esto llamamos coherencia.
“Cuando las palabras toman sentido en tu vida las
acciones van acordes a eso”
PENSADOR
RAFAEL ANGEL
En el mundo existen muchos negociadores que prometen
ser la personificación de la honestidad y terminan por ser el lado más oscuro
que pueda tener una moneda, para todos el mejor ejemplo y el más universal
serían los políticos, que se muestran como filántropos pero terminan siendo los
peores sátrapas y estafadores de la palabra en algunas ocasiones, sin embargo
solo cité un ejemplo, pero existen estos estafadores en los negocios, el amor y
muchos más.
Un buen discurso
dado con una refinada retórica logra impresionar, sumada la emotividad a su
discurso logra seducir y atrapar, pero cuando parece todo conquistado, ha
ocurrido muchas veces que son sus acciones antagónicas al discurso que terminan
por derrumbar aquella mitológica idea de un buen individuo.
Muchos terminan por
pensar que todo lo que brilla no es oro, y que nada ni nadie es demasiado bueno
para ser verdad. Esta mencionada idea tan escéptica se corona como una lógica
constante en la sociedad, donde puede haber excepciones para creer y confiar si
solo si, existan individuos sin antagonismos de palabras y acciones.
En el grandioso
libro de las 48 Leyes del Poder encontramos la novena ley que dice lo
siguiente: Gane a través de sus acciones, nunca por medio de argumentos.
Claramente su autor Robert Greene, nos cuenta
más adelante que cualquier victoria dado por las palabras es circunstancial y
pírrica, el verdadero camino para convencer no es explicando, sino demostrando
a través de las acciones.
PENSADOR
LEIBNIS ORLANDO
La
coherencia no es más que el comparar dos objetos o elementos en un determinado
momento, pequeño ejemplo vamos a cenar una hamburguesa y vemos una tremenda
foto en el menú y nos llega un pan desinflado allí vemos que no existe
coherencia, pero existe coherencia entre el pensamiento y la acción de ellos,
vemos muchas veces que no, hoy día más.
En
un mundo tan de cabezas año 2020 conseguir llegar a tener coherencia entre
nuestros pensamientos y la acción dependerá de nosotros mismos, muchas personas
quieren tener un cuerpo esbelto, piensan en cómo quieren estar, pero eso lo
piensan mientras desayunan un par de empanadas y una Coca-Cola más salsa, la
acción no va con el pensamiento, de allí también vemos como muchas personas no
salen de la pobreza o de su zona de confort.
Sus
pensamientos se concentran en quiero tener dinero, quiero comprarme un carro,
quiero muchas cosas, pero sus acciones lo alejan de ese pensamiento,
manteniéndose borrachos, gastando el dinero en juegos de azar, fumando,
acciones pequeñas o gastos hormigas o no tan hormigas que hacen que ese
pensamiento no esté coherente con la acción que hace.
Ahora
bien, también existe en la mayoría de las personas una coherencia exacta de lo
que piensa y lo que hace, pensamientos tóxicos traen y hacen acciones tóxicas,
pensamientos de escasez traen y hacen que no tengamos nada o casi nada, hace días
publique en mi estado de whatsapp un escrito y decía así y comparto: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus
palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos,
porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán
en tu destino”, es decir, las acciones mayoritariamente
son consecuencias de nuestros pensamientos, por lo tanto, las acciones y
nuestros pensamientos deben estar alineados con las buenas costumbres para
tener un buen comportamiento.
Existen
muchos casos de coherencia entre pensamiento y acción como les comente al
principio explique un poco la incoherencia que lo que pensamos y queremos y
tenemos comportamientos contrarios, pero existe algo más allá que es el
subconsciente o cerebro primitivo, allí se almacenan todos los pensamientos
positivos y negativos, este no sabe si es bueno o es malo, solo sabe que tiene
almacenado allí esa información, qué pasa con ello, que nuestro día a día, ese
subconsciente nos lleva a conseguir siempre ese pensamiento guardado
inconscientemente ya que buscará siempre la coherencia entre lo que hacemos y
lo que pensamos algún día y se nos grabó.
Aquí
lo más importante es lo que colocamos en nuestro subconsciente como
pensamiento, la mente subconsciente trabaja día y noche, y se aprovecha del
poder de nuestro cerebro y su inteligencia infinita de convertir esos deseos o
pensamientos de cada uno de nosotros en su equivalente en el plano real, por
eso es que busca la coherencia entre lo que tenemos almacenado y lo que hacemos
sin darnos cuenta, funciona independientemente de que nosotros queramos
influenciar o no, todos los impulsos le afectan, todos los pensamientos, es por
ello que es importantísimo controlar lo que pensamos o por lo menos tratar de
hacerlo, sobre todo si queremos tener un plan de vida o querer tener algo,
algún deseo o propósito a conseguir, porque esos pensamientos guardados harán
lo posible y te manipulan para tener coherencia entre ellos y la acción que
hagas.
En
resumen, final cuidemos nuestros pensamientos conscientes, para que nuestra
mente subconsciente haga su magia y sea el medio por el cual podemos convertir
nuestros pensamientos en algo material y realizable con total coherencia.
PENSADOR
HENRY ATENCIO
Ser coherente es difícil y sobre todo en este tiempo
donde la sociedad cambia constantemente sin seguir ningún tipo de regla formal
o donde los grupos defienden puntos de vista desde sus propios intereses. Sin embargo,
como seres humanos debemos tratar de mantener una correcta sincronía entre lo
que ideológicamente pensamos y en lo que accionamos o lo que ven de nosotros.
Pienso que
para ser coherente hay que partir de los principios adquiridos en el hogar.
Buenas costumbres, valores y normas de cortesía son sencillamente basamento
invaluable para ser asertivamente coherentes en una etapa adulta.
Todo lo
anteriormente descrito junto a una formación académico-social apegada al
respeto individual y colectivo hacen que un ser humano sea coherente, pero esto
no necesariamente hace que sus acciones sean cónsonas. En este punto entran en
juego otros aspectos que influyen directamente en las acciones como:
Conveniencia, necesidad, oportunidad, egoísmo, momento, grupos sociales,
posibilidades, entre otros. Sin embargo estoy seguro que las acciones de un
individuo socialmente estable que respete y entienda donde empiezas sus
derechos y los de los demás lograra que sus acciones estén lo más cercanas posibles
a una coherencia lógica.
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